Tuesday, August 15, 2006

Monterroso’s Dinosaur

There is no major critical study of the work of Augusto Monterroso. What little criticism is available seems to demonstrate that his narrative has resisted conventional literary criticism. Monterroso's short stories, fables and essays defy traditional generic expectations, thereby producing an inventive, rebellious, new style of short narrative proper of posmodernism. This reading will attempt to give a lecture on this microrelato or micro-short-story called: The Dinosaur.

Upon awakening, the dinosaur was still there.
Cuando despertó, el dinosaurio todavía estaba allí.

Once the reader finishes to read the micro-short-story many questions may come to his or her mind:

Is the protagonist a person from prehistory?
Is it a dinosaur perceived in dream that has materialized?
Or, is this simply the toy with which a child fell asleep?

This text may be understood, literarily, by integrating information that the reader meets progressively: at first, the reader recognizes phonemes that are attached to temporality elements: adverbs of time (upon) and (still), an adverb of place (there), a definite article (the), verbs (to awake, to be) and the noun dinosaur. Nevertheless, the establishment of an overall significance supposes another work on behalf of the reader, who must develop several assumptions, in particular on the identity of the sleeper and the space-time framework where the story takes place.
Wondering about the sequence of the two proposals, the reader tries to confer a meaning to this text, which, in theory, must have one.

On the other hand, a bunch of analogies are caused by these seven words that may seem prosaic, but may produce on the reader an irresolute enigma.
Scarce contextualization, distiches and pronouns without referent, make that the reconstitution of the history could hardly take place.
The reader who is not a text theorist will undoubtedly not think if the micro-short-story observes the minimal conditions of the text as the transformation of a state of being.

The text, at first glance, appears to be not minimal, but incomplete. It is indeed impossible to evaluate the relative meaning of the two proposals without prolonging the utterances of the text by narrative scaffolding, which is plausible and dubious at the same time.


All this said, the margin of maneuver -- the "freedom" --, which is authorized to the reader here, may be limited.
However, it seems to us that uncertainty, combined to impossibility of slicing between the various assumptions, may rather cause to stop the development of only one total scenario at once.

It is true that, with the participation of the reader, a text controls to a certain point its reading by the establishment of a relevant axis that allows the reader to distinguish the principal elements from the additional elements and to assemble in a whole dissimilar single unit all the information in a text.

It is precisely on these points where the minimal text appears anything but a text in miniature, like a quantitative reduction of the complexity of the text.
The qualitative silences of Monterroso’s sentence have as a consequence that the text’s organization is not very constraining so that the reader won’t arrive to a single result, but many.

Monterroso’s micro short-story guides the reader with difficulty, too much necessary data being missing, but this is done with a purpose. The minimalism of the text is not reflected on its reading which is done rather in a maximalist way.
The work of reconstitution requires in this case a high number of inferences.
Another fundamental factor to demolish the principle of a unit, and a single lecture, is born with the disappearance of the traditional subject.
The reader’s individual experience is collectivized in the use of demonstrative deictics that lets us understand the previous experiences of the characters. In this micro short-story the subject, if there is any, has no gender.

Therefore, the key of the text lies on the verbs and the adverbs, that suggest the reader’s knowledge of the time and the space in which the plot may be developed, but that does not restrict the imaginative freedom of the receiver.
We all know that the artifice of the fable consists of presenting a dissimulated or hidden truth. Is there, however, “truth” in Monterroso’s fable? Is there, perhaps, an anti-truth that denounces the lie that passes for truth? There we see the first break from the purpose of the fable: Monterroso teaches nothing, his genre is not didactic, the moral is not before the story, nor after it, nor even distributed diffusely, like a kind of ethical sweat.

Monterroso does not try to establish a moral canon, but proclaims that everything is relative. In this story, the fable genre does not lose by the subtraction of a superfluous moral, but gains from the addition of openness and relativity, becoming more appropriate for our time as more compelling for the reader. Monterroso leaves this text in suspense and offers to the reader the possibility that he/she himself/herself, with a given jurisdiction, establishes the moral. The reader thus becomes a co-fabulator, the old genre is renewed with an unsuspected capacity of subversion, if we are capable of that.

Breve lectura de “Octavio Paz: La dialéctica de la soledad” de Ramón Xirau”

En “Octavio Paz: La dialéctica de la soledad”, Ramón Xirau analiza concisa y reflexivamente algunos temas de la obra paciana como la soledad, la palabra y la rebeldía, haciendo una crítica de tipo literaria-académica y intertextual-hermeneútica. Los sub-temas que abarca el ensayista son:

a. La rebeldía de la palabra en Octavio Paz.
b. Algunos conceptos y concepciones de la poesía y de los poetas
c. Influencias literarias de Paz
d. La simbología en Paz.
e. La soledad como leitmotiv de poesía paciana.
f. Una comparación de la soledad entre la poesía española y mexicana.
g. La soledad como dialéctica
h. La poesía como instrumento reconciliador de diferencias, etc.

El enfoque principal del ensayo parte de una introducción abreviada del romanticismo titulada “Poesía y rebeldía”. Xirau hace una comparación casi binaria entre la racionalidad y la irracionalidad del siglo XIX, y como estos cambios en el pensamiento filosófico, poético y hasta psicológico influenciaron el anhelo de ciertos poetas europeos de la época. A parte de esto, también describe la influencia que la guerra de España tuvo en varios grandes escritores del siglo XX. Es aquí donde Xirau empieza a exponer algunas ideas que serán claves en la obra de Paz como la palabra y la soledad para “teorizar” y “construir” (Xirau 186).

En “Conexión”, Xirau expone su pensamiento con respecto a lo que es el poeta y lo que es ciertamente Paz.. Poeta es antes que nada un creador, un descubridor de mundos ocultos, latentes a la mirada de los demás (Xirau 187). El o la poeta es un vate, visionario y profético, y tiene a la poesía como su única religión. Los poetas por ende sacramentan la experiencia de los hombres. Paz, posteriormente, es también comparado a los románticos y surrealistas franceses. Aprendemos que Paul Éluard tuvo una gran influencia en el poeta mexicano, pero a diferencia del francés, Paz no sólo se preocupa en crear un mundo, pero de darle sentido: “Invento la palabra, libertad que se inventa y me inventa cada día” (Xirau 188)

“Los símbolos en acto” es un breve estudio de la simbología utilizada en la poética paciana. Xirau hace una comparación de la primera poesía con su obra central. Vemos que el procedimiento simbólico primero de Paz es simple y mimético o un “correlato poético de la realidad (Xirau 189). Más adelante se convertirá en una “realidad simbólica” que advierte “un intento de eternización” (Xirau 190). El poeta convierte los sueños en poesía y la poesía en “tan sólo un sueño”. Así, la experiencia poética de Paz, según el estudioso, se convierte en una “experiencia radical” de “la soledad”, “la de una incurable imposibilidad de comunicación” (Xirau 192)

En “La experiencia de la soledad”, Xirau manifiesta que Paz llega a ser en un momento dado “el más desesperado de los poetas mexicanos” debido a su experimentación de la soledad. Esta desesperación se afirma a través de la violencia, la vehemencia y el arrebato de las palabras, los cuales diferencian al poeta de sus anteriores. La reiteración de palabras, imágenes y sentidos es utilizada para acotar la fugacidad de la vida: un instante que si no es eternidad, por lo menos es momento (Xirau 194). La rebeldía en Paz está manifestada a través de símbolos e imágenes que revelan un pesar existencial y humano: “Romperé los espejos, haré trizas mi imagen” (Xirau 195)

“Por qué la soledad” ahonda la comparación de la experiencia de la soledad entre poetas españoles y mexicanos. Para Xirau, la soledad del español es imaginación (Góngora), tiempo (Quevedo) y crítica en general; el español no experimenta la soledad está con él. El mexicano experimenta la soledad distintamente hasta ser sujeto y objeto de la experiencia y ello pierde su propia identidad (Xirau 196). Pero Paz fusiona ambas tradiciones y las convierte en una sola:
“¿soy un llegar que nunca llega?

La experiencia de la soledad es una energía vital ya que es insustancial y perecedera. Seguidamente, Xirau hace otra comparación de Paz con algunos poetas del siglo de oro terminando por recapitular que la soledad es una experiencia religiosa.
En “La dialéctica de la El soledad”, Xirau empieza con un ejemplo de El laberinto de Antonio Machado. Con esto, da a conocer que toda soledad envuelve una dialéctica en la trascendencia y la salvación se logra a través de la comunicación con los demás.

En “Paréntesis y ejemplo” demuestra está dialéctica con el poema “Himno entre ruinas”. Así podemos vislumbrar que en la palabra reside la fuente de liberación y que la poesía es capaz de reconciliar todas las dicotomías posibles.
“Vuelta a las palabras” es una síntesis de los temas tratados por Paz en su poesía como la soledad, la comunión, el amor, la esperanza y la libertad.

Desde mi óptica, para Paz la soledad es toda una experiencia, o una experiencia constante, debido a que el ser humano está separado de su ser mismo, y existe, en realidad, como dos entes: el "otro" o la “alteridad” es el extraño y a la vez el doble. El dilema de este binarismo convierte su existencia en una perpetua búsqueda de ese "otro" ya que la "otredad" es irremediable desde el momento en que Paz piensa que sólo puede recuperar su totalidad, su ser entero, mediante la amalgamiento de su ser con la "mitad perdida." Él mismo lo expresa como sigue:

"El precipitarse en el Otro se presenta como un regreso a
algo del que fuimos arrancados. Cesa la dualidad, estamos
en la otra orilla" (El arco y la lira 177).

Esto es importante, asimismo, para entender las inquietudes de muchos poetas mexicanos del siglo XX. La búsqueda de así mismo empieza por verse en otro. La soledad, como el tiempo, es relativa y está en constante transformación.
Aunque Xirau logra explicarnos muy bien algunos procedimientos, técnicas y temas de la poética paciana, un análisis más vasto y profundo es necesario para entender el cómo, cuándo y por qué de sus postulados. Un ámbito dejado de lado para entender la soledad en Paz es el erotismo en su poesía. La vuelta de Paz hacía el tema de la mujer como pasión y medio para trascender la soledad, la alienación y la hostilidad del mundo y del universo es prácticamente ignorado por Xirau. La mujer en Paz es símbolo que recrea al ser fragmentado y encarna varios elementos abstractos del cosmos con el que poeta busca fusionarse.
La convicción de Paz de que la soledad empieza cuando el ser humano sale del vientre materno coincide con la visión universal psicoanálitica del eros. Creo que este es un aspecto que pudo haber sido estudiado por Xirau más concienzudamente, aunque no deja que su ensayo deje de ser de gran aporte para entender la obra poética paciana en general.

Obras citadas:

Paz, Octavio. El arco y la lira. México: FCE, 1956.

Xirau, Ramón. “Octavio Paz: La dialéctica de la soledad”. En: Entre la poesía y el conocimiento. México: FCE, 2001.
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